Para conseguir ejemplares sanos rápidamente
¿Alguna vez te ha sucedido que un pequeño esqueje de acropora sobrepasa en tamaño a la pieza original al cabo de unos meses? ¿Has observado alguna acropora brotar de una pequeña grieta en la que cayó una punta cuando hiciste la última poda? ¿Por qué cuando se parte la rama de una acropora no tarda en surgir un ramillete de puntas donde antes solo había una?
Las acroporas son corales muy primitivos, con estrategias de reproducción y supervivencia únicas que los han situado en el primer puesto de animales hermatípicos (formadores de arrecife), tanto por cantidad como por diversidad.
Descubre en este artículo algunas de las técnicas más eficaces para acelerar la reproducción de acroporas en cautividad, con sencillos trucos y consejos que podrás aplicar sin necesidad de invertir en equipamiento o productos de ningún tipo. Conseguirás ejemplares sanos y bonitos en poco tiempo.
El tamaño crítico, una inteligente mejora evolutiva
Como bien es sabido, las acroporas al igual que otros muchos corales sin capacidad para desplazarse, están expuestos a la amenaza de muchos depredadores que encuentran en ellos la comida perfecta. Pensemos por un instante qué es un coral: carne fresca y nutritiva que no puede salir corriendo ante el ataque de cualquier depredador hambriento, estrellas corona de espinas, cangrejos, nudibranquios, peces mariposa y muy especialmente peces loro.
Un cardumen de peces loro formado por varias decenas de individuos con un peso medio de 30 kgs puede arrasar un arrecife de coral en pocos minutos; este simpático animal es el principal responsable de la formación de algunas de las playas de arena coralígena que tanto nos gusta visitar. Con su poderoso pico son capaces de triturar varias toneladas de coral pétreo en pocas horas y engullir el tejido carnoso. Pero, un momento…esto puede tener un beneficio para los corales por difícil que pueda parecer. Cuando el cardumen de peces loro “sobrevuela” el arrecife, va fragmentando y triturando las ramas de acropora (y otros corales pétreos en menor medida), muchas de las cuales caen sobre el sustrato; pues bien, las acroporas han sabido convertir su debilidad en fortaleza y han evolucionado para producir nuevas colonias a partir de pequeños fragmentos del coral original, los cuales se fusionan e incrustan con el sustrato rocoso. De este modo una colonia de acropora vieja y enferma puede renovarse y crecer de nuevo a partir de los pequeños fragmentos que no han sido consumidos.
Estudios científicos desarrollados por GARF han demostrado que cada especie de acropora presenta un tamaño crítico para incrustar y crecer rápidamente. Si el fragmento es muy pequeño y el número de pólipos escaso, es posible que no consiga prosperar, mientras que si es demasiado grande, la acropora no se “habrá enterado” de que ha sido fragmentada y seguirá creciendo a un ritmo similar a como lo hacía antes de ser atacada.
En cambio, si el fragmento tiene el tamaño crítico, se desencadenará un mecanismo de crecimiento acelerado. Es como si la acropora tomase consciencia de su difícil situación y dedicase toda su energía a incrustar y crecer lo más rápido posible para asegurar su supervivencia (recordemos que un coral está en continua competencia con sus vecinos por exponer sus pólipos a la luz del sol).
El tamaño crítico para la reproducción de acroporas suele estar comprendido entre los dos y los tres centímetros en la mayoría de las especies. En las acroporas tipo plato es siempre inferior a la longitud de la rama cuando adquiere orientación vertical.
La orientación del esqueje, sí importa
Esta es una de las conclusiones a las que más rápido se puede llegar en la reproducción de acroporas. Recuerdo lo que me sucedió con unos esquejes de acropora valida que me regaló un buen amigo hace varios años: como suele hacerse, pegué varias puntas de distinta longitud sobre una roca, en vertical. Uno de estos fragmentos se despegó y quedó encajado en una grieta en posición horizontal: en pocas semanas había incrustado una base de varios centímetros cuadrados y brotado varias puntas verticales; al cabo de un año tenía una bonita colonia de acropora valida varias veces mayor que las otras puntas que había pegado en vertical.
Posiblemente tenga relación con la adaptación evolutiva que mencionaba al principio de este artículo: cuando un fragmento de acropora es arrancado por el pico de un pez loro y tiene la suerte de no ser triturado en su boca, caerá al suelo en posición horizontal en casi todas las ocasiones.
Las acroporas con mayor éxito son aquellas que han desarrollado esta capacidad de incrustar rápidamente a partir de fragmentos “tumbados”.
Esto es algo particularmente cierto para las especies con crecimiento arborescente (como la acropora valida del ejemplo) y aquellas que crecen con forma de cuerno de ciervo, las llamadas stag.
Se trata de hacer pruebas y ver cual es la orientación que más beneficia a la velocidad de crecimiento de la nueva colonia de pólipos; he podido comprobar que en algunos casos da buen resultado colocarlas con una leve inclinación, exponiendo la parte del corte a la luz del sol.
Mejor acompañadas
Esto es algo que realmente me parece sorprendente: un esqueje de acropora siempre crecerá mucho más rápido si lo dejamos cerca de otros esquejes de la misma especie.
Los pocos que hayan presenciado la reproducción de acroporas en un acuario mediante la liberación de huevos y esperma (sexual) saben que esto solo sucede cuando concurren muchos pólipos en un mismo sitio, es decir, cuando juntamos muchas acroporas de la misma especie o tenemos colonias muy grandes. Y no deja de ser curioso, ya que este mecanismo no se produce jamás en colonias pequeñas o poco numerosas. ¿Y cómo sabe el pólipo que puede lanzar sus gametos al agua? Tiene sentido que no desperdicie energía si las posibilidades de reproducción son bajas (pobre presencia de pólipos vecinos). Para mí es un misterio, supongo que existe alguna señal química que les da luz verde para la producción de células reproductoras, pero lo cierto es que lo desconozco y tampoco he encontrado información al respecto.
Del mismo modo que una acropora produce huevos y esperma cuando se siente acompañado, también aumenta la emisión de pólipos axiales. Y esto significa velocidad de crecimiento.
Una acropora que produce pocos pólipos axiales y muchos pólipos radiales es un coral que crece despacio o incluso nada. El pólipo axial es el encargado de hacer crecer ramas, sin pólipos axiales nuevos no hay ramas nuevas.
¿Y cómo saber si un pólipo axial está activo y en crecimiento? Es sencillo: su color se aclara, las puntas en crecimiento presentan una baja concentración de zooxanthelas y una alta concentración de pigmentos fotoprotectores. De un simple vistazo podemos saber si una acropora crece de forma activa y esto suele ser habitual cuando juntamos muchos esquejes de la misma especie en una misma zona. Curioso, ¿verdad?
Corta por lo sano
Al contrario que otros SPSs, las acroporas suelen tener dificultad en hacer crecer su tejido sobre la superficie de su propio esqueleto tras producirse una herida, lo cual siempre me ha llamado mucho la atención. Las acroporas tienen tendencia a formar una especie de labio en esa zona, dejando parte de su esqueleto visible y vulnerable al ataque de parásitos o algas filamentosas.
Cuando prepares esquejes para la reproducción de acroporas, asegúrate de cortar siempre en tejido sano y si queda algo de esqueleto muerto que no puedes retirar por dificultad de acceso con la herramienta de corte, cúbrelo con un poco de resina epoxi para que el tejido crezca por encima e incruste algunos de sus pólipos.
Es importante mantener esta zona limpia en los primeros días, al menos hasta que el tejido nuevo empiece a crecer sobre la base.
Razmatazz, de Eric Gordon en ARK Reef
Otro motivo muy importante para cortar por tejido sano es que la mayoría de los parásitos, mención especial a la amakusaplana acroporae (AEFW), acostumbran a poner sus huevos en la zona muerta del coral próxima al tejido. Cubriendo esta zona con resina o, mejor aún eliminándola disminuimos mucho los riesgos de transmisión de estos parásitos.
Mejor partir que cortar
Posiblemente tenga relación con lo que comentaba sobre los peces loro al comienzo del artículo, y tiene mucha lógica. Es tan simple como que en la Naturaleza no se producen cortes “perfectos”, sino mordiscos irregulares que dejan algunos pólipos desprotegidos en el interior de un coralito con sus paredes y septos dañados.
Las acroporas han aprendido a fabricar más pólipos axiales en estas zonas, los cuales crecen varias veces más rápido que los pólipos radiales que surgen de un corte limpio.
Esto explica que cuando se quiebra la rama de una acropora en el acuario, no tarde en aparecer un ramillete de ramas donde solo había una.
Inteligente evolución en la reproducción de acroporas.
Cuántas veces he leído y oído que para la reproducción de acroporas (y otros corales en general) es muy importante utilizar herramienta muy afilada, que produzca un corte limpio y sin desgarros. Nada más equivocado que esto y es fácil de demostrar: cuando se produce una fragmentación irregular, similar a la que produce un pez loro al morder una acropora, los pólipos que han sobrevivido parecen “entender” que su supervivencia se ve amenazada y emplean toda su energía no solo en reparar el tejido dañado (como ocurriría con un corte limpio), sino también en crecer lo más rápido posible y por ello se crearán nuevos pólipos axiales que lanzarán un “ramillete de ramas” en la zona donde antes sola había una.
¿Y cuál es la mejor manera de partir la rama para conseguir una rápida reproducción de acroporas? ¿Con un golpe? no: son muy duras, solo lo conseguirás en ejemplares muy grandes y nunca se romperá por donde te interesa. ¿Con unos alicates? tampoco: solo conseguirías producir desgarros y heridas en la acropora. Yo empleo dos métodos dependiendo del grosor de la rama que quiera partir:
- Ramas finas: Pellizco la acropora por el punto donde la quiero fragmentar usando solo la punta del alicate de corte. Esto hace que la rama se quiebre de una forma ligeramente irregular.
- Ramas gruesas: Doy un corte con una sierra eléctrica (evidentemente sacando la pieza fuera del agua) de la misma manera que un leñador corta el tronco de un árbol. Posteriormente introduzco la punta de un destornillador plano y hago palanca hasta que se parte. De este modo consigo hacer fragmentos irregulares y sin desgarros, de una manera cómoda y precisa.
Cada punta de crecimiento produce la misma cantidad de pólipos
Así es: cada rama de acropora que cortemos crecerá conteniendo la misma cantidad de pólipos que la rama original, salvo que dañemos o matemos algún pólipo (golpe involuntario, ataque de un pez o invertebrado…).
¿Y esto qué quiere decir en términos prácticos?
Pues sencillamente, que llega un momento en el que no tiene mucho sentido dejar crecer más una rama en una colonia reproductora. Lo único que sucederá es que continúa dividiéndose (formando pólipos axiales) bajo la misma geometría.
Esto es particularmente notable en las acroporas tipo plato o mesa, con todas sus ramas creciendo a la misma longitud y extendiéndose a lo ancho (ramas que solamente brotan en horizontal y no tardan en curvarse hasta ponerse verticales).
Es en este tipo de acroporas en las que más frecuentemente debemos fragmentar sus ramas para mantener a la pieza madre con un crecimiento activo y ordenado. Tan pronto una rama alcanza su longitud definitiva (que viene determinada por la información genética de la propia especie), ya podremos convertirla en un nuevo esqueje.
Y el mejor de los consejos
Para la reproducción de acroporas: equilibrio y estabilidad
- De parámetros: las fluctuaciones de alcalinidad, salinidad…realmente frenan el crecimiento de las acroporas, debes procurarles unos parámetros estables y equilibrados para que crezcan sanas y a buen ritmo.
- De nutrientes: no me canso de decirlo, las acroporas en los acuarios con nutrientes ultra bajos son muy bonitas y llamativas pero no crecen rápido. Si este es tu objetivo, no te importe dejar subir ligeramente el nivel de nitratos, 0,5 mg/l es un valor muy razonable y, aunque se pierden los tonos pastel, el color es muy bueno y el crecimiento mejor.
- De iluminación: Todos sabemos que es importante proporcionar un nivel de iluminación fuerte y con un espectro determinado en el que predominan las longitudes de onda cercanas al azul. Pero pocos tienen en consideración que las acroporas necesitan un tiempo para aclimatarse a la luz muy potente, en especial si son esquejes recién hechos. Si no se respeta el tiempo necesario para que se aclimate el nuevo esqueje, es muy probable que se quemen los tejidos de las zonas más expuestas y se frene el crecimiento de los pólipos axiales: tienen exceso de luz, ¿por qué van a crecer más alto?.
En casos muy extremos, asociados a una alta alcalinidad del agua, produciremos una necrosis en las puntas de la acropora e incluso la muerte si no se corrige a tiempo.
Por otro lado, hay que tener en cuenta, y esto va dirigido a los amantes de los leds superpotentes, que cada especie de acropora admite un nivel máximo de luz, que si se supera puede producir “fotoinhibición”.
Superar este nivel de iluminación no conduce a nada, e incluso puede hacer que se ralentice el crecimiento del coral. Es como si a una persona se le proporciona tanta luz para leer un libro que acaba deslumbrándose con el brillo del papel y le cuesta más leerlo.
Espero que estos consejos te sean de utilidad. Son cosas que se aprenden con los años, a base de mojarse mucho las manos, y probablemente no los veas en ningún libro.
Estoy seguro de que hay muchas otras técnicas y trucos de gran valor para la reproducción de acroporas, así que si sabes alguno, no dudes en aportar tu granito de arena. Será en beneficio de todos y en especial de los arrecifes de coral, cada día más amenazados.
Deja tu comentario
Debe iniciar sesión para escribir un comentario.