Con lo mejor de dos mundos
Una de las principales dudas que nos surjen cuando queremos instalar un acuario de arrecife es de la manera en la que vamos a suministrar calcio y carbonatos a nuestros corales. Simplificando un poco, existen dos maneras: por un lado dosificando calcio, carbonatos y elementos traza de manera independiente y por otro disolviendo esqueleto de coral mediante el empleo de CO2.
La primera de ellas tiene la gran desventaja de producir desequilibrios iónicos y acumulación de cloruros a largo plazo, así como el riesgo de alguno de las soluciones sea dosificada en una proporción diferente a la natural, por otro lado para acuarios de más de 500 litros el consumo de estos productos puede suponer un coste muy elevado. Por el contrario, el empleo de un reactor de calcio nos asegura que siempre vamos a aportar calcio y carbonatos en las proporciones adecuadas pero suele ser necesario aplicar continuos ajustes tanto en la válvula de regulación de CO2 como en la de salida del efluente, la cual no es raro que se llegue a atascar suponiendo un desastre para los corales más delicados.
CalcFeeder se postula como una posible solución para algunos de estos problemas: según su fabricante, Pacific Sun, se trata de un reactor de calcio que no necesita ser regulado, fácil de usar y a prueba de atascos. En éste análisis veremos si es cierto.
CalcFeeder: la solución de Pacific Sun
Se basa en asegurar que el agua del reactor se satura de CO2. Para ello elimina las delicadas sondas de pH que requieren frecuentes limpiezas y calibraciones e implementa un sensor de nivel óptico para asegurar que siempre hay una cantidad mínima de CO2 gaseoso en la cámara de mezcla.
Con CalcFeeder ya no es necesario preocuparse por el pH del agua del reactor ya que sabemos que estará saturado y mantendrá su capacidad para disolver el medio que deseemos emplear. La cámara de mezcla de CO2 en estos reactores es proporcionalmente enorme, mucho más que en cualquier otro reactor conocido. Su diseño llama rápidamente la atención, consta de dos tubos concéntricos entre los que se alojan numerosas biobolas; el tubo interior está acodado en la parte superior para alojar el sensor de nivel óptico que informará al controlador de la existencia o no de una bolsa de CO2 en su interior. Una potente y silenciosa bomba Aquabee UP2000 hace recircular el agua entre el reactor y la cámara de mezcla produciendo gran turbulencia y agitación al contacto con dichas biobolas y de este modo facilitando la difusión del CO2.
Tras hacer unas pruebas, he podido comprobar que este reactor es capaz de producir agua con una alcalinidad superior a 80ºdkH y un pH de aproximadamente 6,3 en menos de dos horas de funcionamiento. Para dicha prueba se empleó un modelo CalcFeeder AC3 PRO y se llenó la cámara de reacción con cerca de 20 litros de grava de coral gruesa. A la vista de estos datos parece que el novedoso sistema no sólo funciona como es de esperar, sino que lo hace con un rendimiento excepcional, nunca había visto una concentración de carbonatos tan elevada en el efluente de ningún reactor clásico.
Un nivel óptico de cuatro núcleos y distintas longitudes de onda distingue eficazmente y sin falsas alarmas la acumulación de CO2 en el interior de la cámara de mezcla.
Si el controlador recibe la señal indicando que se está terminando el CO2, dará la orden para que la válvula solenoide (incluida en el conjunto) alimente la cámara de mezcla del CalcFeeder con más CO2, manteniendo de esta forma un nivel constante. No nos preocupa el pH del agua, sabemos que siempre estará saturada de CO2.
Este reactor consume mucho CO2 en las primeras horas de funcionamiento: la válvula solenoide puede estar varios minutos abierta hasta que el agua se satura de CO2 y comienza a disolver el medio elegido. Al cabo de unas horas resulta fácil observar la economía de CO2 ya que la válvula solenoide apenas se activa. Hemos hecho pruebas con grava de coral gruesa y funciona con sorprendente eficiencia por lo que no debería tener dificultades para disolver productos como Hydrocarbonate de AquaMedic o ARM de CaribSea.
Una cosa que no me gusta mucho es la manera en que se inserta el sensor de nivel óptico en la cámara de mezcla del CalcFeeder: horizontalmente en una zona poco protegida que lo deja muy expuesto a golpes accidentales, si bien es cierto que resulta muy accesible en caso de necesitar ser desmontado.
El cable es fino y delicado y su inserción horizontal hace que el punto de unión esté siempre en doblado y en tensión. La rosca del sensor es de metacrilato y la del reactor de PVC, por lo que si no se atornilla correctamente podemos causar daños a este último. No es algo que sea necesario tocar, pero si en algún momento tenemos que sustituirla habrá que ser cuidadoso.
En cualquier caso, el sistema mediante sensor de nivel óptico parece funcionar con mucha fiabilidad. Durante el tiempo que lo hemos estado probando no ha dado ningún error de lectura y el sistema de inyección de CO2 se comporta de manera suave y precisa sin necesidad de instalar un contador de burbujas como en los reactores tradicionales.
Un reactor de calcio que sorprende
La primera impresión que nos llevamos al recibir los primeros equipos fue muy buena: materiales de primera calidad y detalles muy bien pensados.
El CalcFeeder está construido en metacrilato transparente, blanco y negro, emplea elementos gruesos y pesados, con uniones robustas e impecables. La unión entre los tubos transparentes de las cámaras y la base del reactor está rematada con un aro negro que aporta robustez y un toque estético. Las tuberías que unen ambas cámaras entre sí y con la bomba de recirculación están reforzadas con una pieza blanca que facilita la inserción.
Ambas cámaras se abren rápidamente y con facilidad: tan sólo tenemos que aflojar los tornillos, que van roscados a la tapa y brida sin necesidad de tuerca, y girar la tapa para liberarla. La apertura es completa y no hay elementos molestos a la hora de hacer la recarga por lo que este proceso es realmente cómodo.
Cada conexión está perfectamente identificada, de una manera clara y elegante: grabada en la tapa.
Por otro lado, incorpora detalles técnicos que considero imprescindibles en un equipo de primera linea:
- Bypass de recirculación. Conecta la parte superior de la cámara de reacción, donde se acumula el CO2 no difundido, con la tubería de aspiración de la bomba. De este modo aprovecharemos hasta la última molécula de CO2 y evitaremos trasladarlo al agua del acuario. Dispone de una pequeña válvula que permite habilitarlo o no.
- Válvula de recirculación. Permite variar el régimen de funcionamiento del equipo: si la cerramos parcialmente, podemos reducir la velocidad con la que se disuelve el medio utilizado, algo que puede ser muy útil cuando tenemos pocos corales en el acuario o lo estamos poniendo en marcha.
- Conectores rápidos John Guest. Rápidos y seguros, sin riesgo de fugas o goteos. Además son acodados lo cual permite dirigir los tubos en horizontal, mejorando el orden y estética del conjunto.
El CalcFeeder no dispone de válvula de drenaje, pero podremos vaciarlo en caso de necesidad desconectando esta válvula del tubo que conduce a la tapa del reactor y abriéndola sobre un contenedor de agua.
Dado que el tubo se inserta en la parte más baja del reactor, resulta muy sencillo vaciarlo mediante este procedimiento. No obstante sería de agradecer que Pacific Sun dotase al equipo de una válvula exclusiva para este fin, sin que llegue a ser necesario desconectar ningún tubo. Una posible mejora para futuras versiones.
El controlador, dos opciones
Un reactor de calcio que se presenta en dos versiones: la Basic y la Pro.
- CalcFeeder Basic. Incluye un controlador para el sistema de CO2. Se trata de un controlador similar al empleado por las unidades de relleno automático Sentry, diseñado para activar la válvula solenoide cuando el sensor de nivel óptico no detecta la presencia de CO2 en la cámara de mezcla. Esta podría ser la opción más indicada para quien disponga de una bomba dosificadora apropiada o decida usar el reactor de la manera tradicional, mediante una válvula de precisión colocada en el efluente.
- CalcFeeder Pro. El controlador maneja el sistema de CO2 de la misma manera que el anterior y añade una bomba peristáltica de uso continuo y una pantalla táctil a color para programar el caudal de dosificación. Es la opción más completa y también la más cara. En mi opinión es la mejor solución si se quiere sacar partido a este singular equipo.
La pantalla táctil del controlador CalcFeeder Pro nos proporciona información sobre el estado del sensor de nivel óptico y la válvula solenoide. Permite fijar el caudal con el que se dosifica calcio y carbonatos al acuario, desde 0,100 l/h hasta 7,200 l/h
El controlador dispone de un puerto USB en uno de sus laterales. Mediante este puerto es posible actualizar su firmware. Pacific Sun anuncia que en breve se podrá utilizar este controlador con caudales muy superiores al actual.
La bomba elegida para esta tarea es una Kamoer con motor de pasos y tubo de neopreno. Un equipo potente y fiable, algo ruidoso por lo que conviene elegir bien el lugar donde se va a instalar (recomiendo hacerlo bajo el acuario en un lugar donde se atenúe su sonido), en cualquier caso, el ruido no es molesto salvo que tu acuario esté en el dormitorio.
Un sistema cómodo y flexible
CalcFeeder presenta otras ventajas frente a cualquier reactor de calcio convencional. Al no depender de la fuerza de la gravedad para dosificar por goteo, lo podemos instalar dentro del sump o fuera, incluso a cierta distancia y distinto nivel. Esta unidad con la que hemos hecho la prueba se instaló a 2,5 metros de distancia del sump sin presentar ningún problema.
[sociallocker] Esta distancia no parece haber afectado sensiblemente al sistema de dosificación. Hemos realizado tres pruebas de llenado a distinto caudal: 1 litro a 0,500 l/h, 2 litros a 6,000 l/h y 3 litros a 3,000 l/h. El error ha sido mínimo[/sociallocker]
El CalcFeeder se suministra con dos soportes de metacrilato para fijar el tubo de aspiración y correspondiente al efluente firmemente dentro del agua. Pacific Sun recomienda que ambos tubos estén siempre bajo el nivel del agua, la explicación en el caso del tubo de retorno es que si se interrumpe la energía eléctrica durante un tiempo, podría entrar aire al reactor y una vez se reconectase al volver el suministro eléctrico necesitar un tiempo para eliminar este aire.
A pesar de que se instaló alejado del acuario y con una cámara de degasificación algo más elevada, este CalcFeeder funcionó sin interrupción y con precisión durante varios días.
El controlador con la bomba dosificadora se instaló casi un metro por encima del reactor, lo cual tampoco supuso el mínimo problema. Ni siquiera fue necesario cebar el sistema, parece que la bomba dosificadora cumple bien con su cometido.
Un equipo caro, ¿merece la pena?
La gran pregunta. Si lo analizamos detenidamente tal vez no lo sea: ¿cuánto cuesta el reactor de calcio equivalente de otras marcas? ¿la mitad? de acuerdo. Ahora empieza a sumar lo que necesitas para que funcione: botella de CO2 con manorreductor, válvula de aguja, cuenta burbujas, válvula solenoide, sonda de pH y controlador de pH. ¿Qué necesita el CalcFeeder para funcionar? solamente la botella de CO2, el manorreductor y una válvula de aguja.
Cierto es que un equipo de estas características supone un desembolso económico importante, pero también es cierto que lo mismo sucede con un reactor de calcio tradicional. El CalcFeeder es sin duda un paso más para los que queremos mimar a los corales más delicados: aporta una estabilidad y fiabilidad sin precedentes. Un sistema versátil que nos permite instalarlo dentro o fuera del sump y sin necesidad de ajustarlo y regularlo de forma constante como suele suceder.
Sin duda una opción a tener muy en cuenta si nuestro bolsillo lo permite y estamos hechizados por el embrujo de las acroporas.