¿Qué consume un coral?

Esta es una pregunta que nos deberíamos plantear con más frecuencia. La mayoría de los corales son animales que viven en simbiosis con diminutos dinoflagelados llamados zooxanthelas. Estos dinoflagelados dotados de cloroplastos se hospedan bajo el tejido de los corales y producen azúcares a partir de la fotosíntesis, los cuales son liberados en beneficio de su huésped. Esto hace que la mayoría de los corales obtengan su principal sustento alimenticio con tan solo colocarlos bajo una fuente luminosa de intensidad y espectro adecuados.

Pero…¿es esto suficiente? Observamos que los corales van creciendo y viven muchos años en nuestros acuarios a pesar de que no les alimentemos de ninguna otra manera y tendemos a conformarnos. Imaginemos que de repente empezamos a alimentarnos a base de agua y azúcar, ¿podemos vivir así? La respuesta es evidente: no, aunque seguramente resistiremos mucho tiempo. Pues eso es lo que le pasa a muchos corales cuando llegan a un acuario. De acuerdo, quizá no tanto y es posible que esté exagerando ya que no podemos comparar las necesidades de un coral y un humano, pero se me entiende, ¿no?

Los corales en el arrecife reciben un flujo de nutrientes, principalmente zooplancton de manera casi continua; las corrientes marinas llevan este alimento rico en proteínas desde las aguas más frías hasta los arrecifes de latitudes tropicales. Esto es algo imposible de recrear en nuestros acuarios, no podemos echar zooplancton de forma continua sin deteriorar seriamente la calidad del agua. Pero si existen métodos y prácticas que beneficiarán de forma importante a los corales de nuestro acuario, veamos qué mecanismos de alimentación tiene un coral.

Existe un tercer mecanismo de alimentación: la absorción de nutrientes.

Un coral es capaz de absorber nutrientes disueltos en el agua a través de su tejido. Y  no me refiero solamente a los compuestos nitrogenados que tanto nos preocupan (y que tan necesarios son pese a que algunos aficionados se esfuerzan en dejarlos a cero), sino también ácidos grasos, aminoácidos, vitaminas…

Acropora Pearlberry

El coral en el acuario.

En algunos aspectos no podemos imitar a la Naturaleza, no es posible mantener el flujo de macro nutrientes de forma continua sin deteriorar la calidad del agua, pero si podemos proporcionar este alimento, así como aminoácidos y ácidos grasos de manera controlada y discreta.

Los macro nutrientes, la alimentación de los pólipos.

Cada coral tiene unas necesidades y aptitudes a la hora de ingerir alimento a través de sus pólipos. Veamos los principales grupos y cómo se les puede alimentar:

– Corales duros de pólipo largo (LPS). Disponen de grandes aberturas orales flanqueadas por tentáculos de gran tamaño con capacidad para atrapar e ingerir desde pequeñas partículas alimenticias hasta pequeños peces en algunos casos. Ejemplos de estos corales son las trachyphyllias, catalaphyllias, blastomussas, caulastreas, etc.

– Corales duros de pólipo corto (SPS). Sus bocas son diminutas y están provistas de tentáculos de hasta 10 mm de longitud en algunas acroporas aunque lo normal es que sean más cortos. Aunque pueden atrapar partículas relativamente grandes solo pueden ingerir las de un tamaño inferior a 60 um. Muchas especies segregan como respuesta alimenticia una baba pegajosa a la que se adhieren las partículas de alimento para ser luego recuperadas y colocadas sobre el disco oral. Ejemplos de estos corales son las montiporas, seriatoporas, styloporas, pocilloporas, acroporas, etc.

– Corales blandos. Bajo esta denominación existen muchas familias de corales, muchos de los cuales han evolucionado hasta el punto de ser incapaces de atrapar partículas de alimento, como por ejemplo pachyclavularias, briaerum, xenias, etc.

Acropora granulosa

Los beneficios de alimentar a los corales.

El ritmo de calcificación de los corales duros en un arrecife sano puede alcanzar los 12 kgs de Ca(CO)3 por m2 y año (Kinsey, 1985). En el acuario como sistema cerrado variará entre 0,5 y 6,5 kgs de Ca(CO3) por m2 y año (Carlson, 1999), pero si se satura el agua del acuario por encima de 9 ºdkH y se alimenta de forma intensa se podría alcanzar los 20 kgs de Ca (CO3) (Bingman, 1997)

Mi receta.

Uno de los pilares de la alimentación de los corales en el acuario son las heces de los peces. Tener suficientes peces y que estén bien alimentados (gránulos, escamas, comida congelada, algas…) proporcionará comida a los corales de forma casi continua. No obstante, cuando se tienen muchos más corales que peces será conveniente alimentarlos con algún preparado específico.

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Son muchas las recetas que he probado y todas tienen algo en común: es imprescindible comenzar a usarlas en pequeñas cantidades e ir incrementándolas muy lentamente para dar tiempo a que el sistema se adapte y no se deteriore la calidad del agua. Los alimento en dos fases:

  • Fitoplancton mediante bomba dosificadora. Empleo un gel que combina tetraselmis, nannochloropsis y phaeodactylum en similares proporciones. Este gel es dosificado al acuario cada hora, de modo que siempre hay una pequeña cantidad del mismo en el agua del acuario, de modo similar a como sucede en la naturaleza, sin picos ni valles.  Son pocos los corales interesados en el fitoplancton, pero al cabo de un tiempo la cantidad de copépodos, rotíferos, ciliados y otros pequeños invertebrados es tan elevada que una parte de ellos acabarán en la boca de los corales de forma natural y continua.
  • Mezclo de zooplancton de distintos tipos y harina de crustáceos y moluscos con un tamaño de partícula de entre 5 y 100 um. Lo enriquezco con un complejo de aminoácidos, vitaminas y ácidos grasos. Lo añado por la noche, después de que las luces se hayan apagado, en tres raciones incrementales: la primera es escasa y su función no es otra que la de avisar a los corales para que se preparen para la cena, a lo cual ellos responden extendiendo sus pólipos, unos minutos más tarde vierto la mitad de la mezcla y al cabo de una hora el resto.

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Existen muchas otras recetas, de entre las cuales me gustaría destacar la conocida como pappone. Se trata de una mezcla de ostras, mejillones, almejas, gambas y azúcar. Se tritura todo muy fino y se congela en forma de pequeños cubos. Nunca he visto nada que produzca semejante respuesta en las acroporas, extienden sus pólipos y segregan baba de una manera increíble. La parte negativa es que se trata de un alimento que contamina rápidamente el agua si no se cuenta con un potente sistema de filtración y es utilizado con mucha mesura.

¿Nos cuentas cuál es tu receta?